El tercer álbum del quinteto vigués se compone de ocho canciones con un alegre sonido atemporal.

Una combinación de power-pop y americana entre potentes hitazos y canciones llenas de sentimiento donde las guitarras son las protagonistas.

La confirmación de que ISIUS volvían, ¡y más guitarreros que nunca!, llega con la publicación de Little Bighorn. En su tercer álbum de estudio, los gallegos están más cómodos y desatados en una vuelta a las esencias del power-pop que nos retrotrae a los sonidos de los 60 y a los grupos de los 90.

ISIUS han desarrollado un sonido tan familiar y cercano que parece hecho en otras latitudes en lugar de en Vigo. El grupo compuesto Carlos, Edu, Roberto, José y Alberto firman ocho canciones cargadas de alegría, mucha fuerza y potencia tanto en el uso de las guitarras como en la sensibilidad de sus momentos más íntimos. La sensación de Little Bighorn es la de atemporalidad.

Grabado en los estudios de Paco Loco, este tercer LP es un disco directo y menos acústico que sus dos trabajos anteriores, Songs From Everywhere (2019) y Fox & Castle (2020). Del mismo modo que se define como mucho más eléctrico y power-pop. “Este álbum se diferencia de los otros dos en que manejamos mejor nuestros instrumentos y estamos más compenetrados” comenta la propia banda.

Alejados de cualquier discurso conceptual sobre su obra; Little Bighorn se masca, ante todo, como un trabajo en el que un grupo de amigos disfrutan tocando música para hacer vibrar a quién los escuche. Un poso de madurez entendida en clave de gozo intrínseco a la hora de compartir momentos en la creación, composición y ejecución. Y esa buena sintonía es lo que transmite ISIUS en todas sus canciones.

“Little Bighorn muestra un paso más en nuestra madurez como banda, que a nuestro juicio queda bien ilustrada con el gran jefe indio de la portada, y también la felicidad que nos provoca hacer música y pasar los jueves por la tarde juntos tomando unas cervezas” comenta el quinteto vigués.

Hits como la desenfadada ‘Hey Mister’, la socarrona ‘Misery And Shame And Sorrow’ y la popera ‘Marriot’ se mezclan con baladas con elementos country como ‘Tame Me’ o ‘The Eternals One’. ‘Richard Parker’, canción que en principio iba a ser descartada y que finalmente cierra el disco, tiene un regusto más noventero y visceral donde la versatilidad e inspiración de ISIUS queda reflejada.

En definitiva, Little Bighorn es la prueba sonora del amor y la pasión que ISIUS destila por el power-pop donde tienen cabida influencias de The Beatles, The Beach Boys, The Kinks, Sonic Youth, Dinosaur Jr., The Posies, Nada Surf, Teenage Fanclub o Wilco entre otras muchas bandas de referencia.